- Año: 2012
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Fotografías:Marcus Camargo, Luan Kesley
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Proveedores: Arquitetura Viva, Forbo Flooring Systems, JBC Vidros, Movelaria Viva, Votorantin
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Más que una residencia, este proyecto es un laboratorio, oficina y generador de conocimiento y prácticas de permacultura y bioarquitectura. Varias pruebas y ecotecnologías se implantan constantemente en esta casa escuela. En el primer piso se desarrolla la parte social de la casa. La sala de estar tiene doble altura de cielo e iluminación cenital para mejorar el confort térmico y luminoso. Esta habitación está conectada directamente al balcón, que se cierra con brises de madera mineralizada, dando acceso a la terraza y a la piscina. En la planta inferior se encuentran los entornos de servicio: oficinas, juguetería y garajes.
En este proyecto, se exploró el potencial de sostenibilidad para promover una arquitectura viva, saludable y permacultural. En los casi dos mil metros cuadrados de terreno, se ha implantado el paisajismo funcional y comestible, regado con agua reutilizada. En los techos verdes, el riego se realiza con agua de lluvia proveniente del tanque de reserva. Las aguas negras se tratan a través de un sistema de "sumidero de banano", que crea un microclima local a través de la evapotranspiración de las hojas de plátano.
En los sellos de pared y muros internos se utilizó mampostería de adobe (ladrillos de tierra bruta de 20x20x40cm), lo que garantiza un excelente aislamiento térmico y acústico, además de ser un material altamente biocompatible. También se usaron piedras de desecho de la cantera y toda la madera de portales, puertas y muebles son maderas de demolición y estas piezas fueron creadas por el arquitecto Luana Lousa en la carpintería de la oficina, Movelaria Viva. En este proyecto se realizaron estudios de sol y viento, que resumen los sistemas pasivos de iluminación y ventilación. También está el uso de paneles fotovoltaicos y calentamiento de agua solar, lo que garantiza un gran ahorro de energía.